El verano es una de las épocas del año donde los días de vacaciones, los viajes a la playa / piscina, así como un mayor consumo de alimentos ricos en calorías y bebidas alcohólicas, predominan debido a la mayor convivencia y “relajación” característica de esta época…
También es en verano cuando los días son más calurosos, por lo que hay que tener un especial cuidado con la hidratación y nutrición. Además, nuestro metabolismo se vuelve “más lento” ya que no es necesario tanto esfuerzo para mantener la temperatura corporal y, de esta forma, si no hay cuidados alimentarios, el peso puede aumentar más fácilmente.
Para ayudarte a comer sano en pleno verano, aquí tienes algunos consejos que puedes incluir en tu vida diaria:
- Haz comidas ligeras y ligeramente condimentadas;
- Manténte hidratado, bebiendo agua durante todo el día;
- Apuesta por ensaladas y cremas frías como plato principal;
- Consume helados y otros dulces típicos de esta temporada con moderación;
- Elige frutas ricas en agua y de temporada como bocadillos durante el día;
- Evita las bebidas alcohólicas y refrescos azucarados;
- Conserva los alimentos más perecederos en bolsas / maletas térmicas;
- Mantén un horario regular entre comidas;
- Sigue unos buenos hábitos de ejercicio físico, aprovechando los momentos de menor exposición al calor;
- Come despacio y mastica bien tu comida;
- Da preferencia a los alimentos naturales y poco procesados.
Estos son solo algunos consejos que pueden ayudarte a controlar de manera efectiva tu dieta en el verano, no solo en términos de control de peso, sino también de salud, previniendo enfermedades transmitidas por alimentos durante esta temporada, como intoxicaciones.
Por Adriana Martins, Nutricionista